La neumonía atípica, también conocida como «neumonía de caminante», es una infección pulmonar que generalmente causa síntomas menos graves que la neumonía típica. Suele ser causada por agentes patógenos distintos a los de la neumonía bacteriana común, como el Mycoplasma pneumoniae, Chlamydophila pneumoniae, Legionella pneumophila y algunos virus respiratorios. Los síntomas pueden ser más leves y aparecen de forma gradual.
| Tipos |
Existen varios tipos de neumonía atípica, clasificados según el agente infeccioso que los causa. Los más comunes son:
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| Síntomas |
Los síntomas de la neumonía atípica son a menudo leves y pueden incluir dolor de cabeza, fiebre baja, tos seca persistente, cansancio, dolor muscular y articular, y molestias en el pecho al respirar profundamente. En algunos casos, los pacientes pueden experimentar sudoración y escalofríos, pero la severidad suele ser menor que en la neumonía bacteriana típica. |
| Causas |
Las causas de la neumonía atípica incluyen varios microorganismos diferentes a los de la neumonía común. Entre ellos se encuentran: Mycoplasma pneumoniae (causa más común en adolescentes y adultos jóvenes), Chlamydophila pneumoniae (puede provocar infecciones respiratorias de leve a moderada), Legionella pneumophila (asociada con la «enfermedad del legionario» y común en entornos acuáticos) y virus respiratorios como el virus de la gripe y el virus sincitial respiratorio. |
| Diagnóstico |
El diagnóstico se basa en los síntomas, el historial médico y las pruebas de imagen, como la radiografía de tórax, que puede mostrar patrones de infección diferentes a los de la neumonía típica. También se pueden realizar análisis de sangre, cultivos y pruebas serológicas para identificar el patógeno causante. |
| Tratamiento |
El tratamiento de la neumonía atípica varía según el agente causante. Los antibióticos, como macrólidos y tetraciclinas, son eficaces para infecciones bacterianas atípicas (como las causadas por Mycoplasma o Chlamydophila). Si el agente causante es un virus, el tratamiento es principalmente sintomático e incluye descanso, hidratación y medicamentos para reducir la fiebre. |
| Complicaciones |
La neumonía atípica generalmente es menos severa que la neumonía bacteriana, pero en algunos casos puede provocar complicaciones, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados o en adultos mayores. Las complicaciones pueden incluir insuficiencia respiratoria, infecciones secundarias y, en casos raros, daños pulmonares. |
| Prevención | La prevención de la neumonía atípica incluye mantener una buena higiene respiratoria, evitar el contacto cercano con personas infectadas y vacunarse contra agentes virales, como la gripe, que pueden complicarse con neumonía. También es importante evitar el consumo de agua contaminada, especialmente en lugares con sistemas de agua no controlados. |
| Conclusión | La neumonía atípica es una infección pulmonar de presentación más leve que la neumonía típica, generalmente causada por organismos como Mycoplasma pneumoniae, Chlamydophila pneumoniae o Legionella. Se caracteriza por tos seca, fiebre moderada, cefalea y malestar general, sin la consolidación típica en radiografías. El diagnóstico se basa en la clínica y pruebas serológicas o PCR, y el tratamiento consiste en antibióticos de amplio espectro, lo que permite una recuperación favorable. Referencia: UpToDate. (2023). Atypical Pneumonia. Recuperado de https://www.uptodate.com/ Fuente 1: American Thoracic Society. (2022). Community-Acquired Pneumonia. Recuperado de https://www.thoracic.org/ |
